Jamás he visto un hombre tan sano en toda mi vida. Si yo tuviera uno sólo de sus problemas, ya estaría muerto y usted tiene 30 y ahí está vivito y coleando. Esta vivo. Tiene que tener una enorme fuerza interior y tiene que estar muy sano también (…). Si únicamente vemos lo malo en alguien o algo, vemos solo la mitad del cuadro. En ese sentido, estamos ciegos a las posibilidades que hay dentro de la persona o situación. Queda poca o ninguna esperanza; en consecuencia no podemos aliviar el sufrimiento. Pero si nos abrimos a lo bueno que también esta allí, tenemos una visión nueva y completa de la vida y podemos disfrutar inmensamente de nosotros mismos y de la vida.
